Carmen Filip: la historia que hay detrás de la empresaria que lidera el comercio de Motril

Carmen Filip, actual presidenta de la Asociación de Comerciantes de Motril y propietaria de la reconocida tienda de moda, Boutique Glamglam, es un claro ejemplo de cómo la determinación, la capacidad y la visión son capaces de transformarnos la vida por completo. Su historia tiene mucho de esos ingredientes y habla mucho de cómo es ella: una mujer inteligente, apasionada de sus ideas, valiente a rabiar e incapaz de conformarse. Pero no siempre fue así. Carmen llegó a España siendo muy joven, en 2002, y con apenas 15 años. Ha pasado el tiempo y esta empresaria puede decir, rotundamente, que ha conseguido labrar un camino lleno de éxitos en el ámbito personal y profesional.

De Rumanía a Motril: Una historia de adaptación y crecimiento

Carmen Filip aterrizó en Motril junto a su familia, dejando atrás su país natal en busca de nuevas oportunidades. A los 15 años, tal y como ella cuenta, enfrentó los retos típicos de la adolescencia, sumados al no-fácil desafío de conseguir adaptarse a una cultura que no es la tuya y un idioma completamente nuevo. Su capacidad de superación quedó reflejada desde el principio, muchos quizás desconozcan que es diplomada en Turismo, una auténtica enamorada de los idiomas, y capaz de detectar fortalezas y oportunidades gracias a esa visión amplia de los horizontes.

Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas. «La Carmen de ahora no es la misma que la de 22 años, esa era tímida e insegura”, reconoce. «He tenido que trabajar intensamente mi lado más personal para ser la mujer que soy hoy», afirma y lo hace con rotundidad. Sin titubeos. Y eso inspira verdad.

Y no es para menos: El espíritu emprendedor de Carmen cobró vida en 2016, cuando decidió abrir Boutique Glamglam con apenas 28 años. Para entonces, ya era madre, y las dificultades para encontrar un empleo que se ajustara a sus circunstancias familiares la impulsaron a tomar las riendas de su propio destino. Sin experiencia previa en el mundo del comercio, pero con mucho ojo, mimo por el detalle y observación, comenzó a construir lo que hoy es un negocio, a pie de calle, a punto de cumplir la década.

En un mundo cada vez más inclinado hacia lo digital y lo impersonal, mantener viva una tienda a pie de calle es un acto de valentía, casi una declaración de intenciones. Competir con grandes plataformas, crisis económicas, saber diferenciarte entre un mundo cada vez más saturado de información han puesto a prueba la resistencia de tantos negocios locales. ¿Y cómo lo hizo ella? La respuesta es más fácil de lo que parece: «Escucho, aconsejo y motivo muchísimo a mis clientas», cuenta. Lo que nunca ha faltado en Boutique Glamglam es el corazón. Carmen apostó por algo más que vender ropa: ofrecer asesoramiento personalizado. Ese enfoque ha dado frutos, ya que Boutique Glamglam es una tienda de moda motrileña -y digital- que apenas registra devoluciones, un testimonio de su habilidad para conectar con las necesidades de sus clientas.

Liderazgo en el comercio local de Motril

Además de ser una empresaria todoterreno, Carmen asumió a principios de 2024 el reto de liderar la Asociación de Comerciantes de Motril. Su motivación: aportar nuevas ideas y dinamizar el comercio local. Entre sus propuestas, nos cuenta que tanto ella como todo su equipo están trabajando en la mejora de la comunicación institucional junto al Ayuntamiento, la recuperación de la denominación del Centro Comercial Abierto y en un cambio en la mentalidad de los motrileños, para que sepan valorar y apostar por el comercio de cercanía que tanto les ofrece.

“La idea me perseguía. Siempre había aportado ideas a la asociación, y cuando la antigua presidenta me propuso liderarla, supe que podía aportar mucho. Conozco las luces y sombras del comercio”, comenta Carmen. «Detrás de cada pequeño negocio hay un sueño, una persona, una familia que apuesta todo para ofrecer algo único», dice ella. «Ahora, más que nunca, el comercio local necesita el apoyo de todos», sentencia.

Y es así, aunque no seamos capaces de ver las consecuencias de esa falta de «vitamina», que no solo se traduce en compras, sino en confianza, reconocimiento y cariño de la ciudad. Comprar en una tienda de Motril o de la Costa Tropical no es solo adquirir un producto; es valorar el esfuerzo humano, fortalecer el tejido empresarial de la zona y apostar por una economía más justa y cercana.

Carmen Filip no se detiene, siente que todavía tiene mucho por hacer. Y tiene sueños imparables que no van a frenar: combinar el asesoramiento de moda con la motivación personal es uno de ellos, un enfoque que quiere hacer trascender la simple venta de ropa para ayudar a las personas a sentirse bien consigo mismas.

“Cada cosa tiene su momento”, afirma, y para Carmen, este es solo el comienzo. Su historia es un recordatorio de que, con esfuerzo y pasión, es posible superar cualquier barrera y construir un futuro lleno de posibilidades. Desde Rumanía hasta Motril, su viaje ha sido uno de inspiración, y su liderazgo promete seguir marcando la diferencia en el comercio y en la vida de quienes la rodean.