40 años de Hermanos Molina: una historia motrileña de esfuerzo y perseverancia

Hace más de cuarenta años, algunos aún les recordarán en aquella esquina de la puerta trasera de Radiovisión, en su modesto almacén situado en el callejón de la Rambla Capuchinos, donde comenzó una aventura que pocos habrían imaginado que llegaría tan lejos. Esa aventura empresarial tiene el nombre ligado de sus artífices, los Hermanos Molina, una empresa familiar que, desde sus humildes inicios, se ha labrado un lugar especial en el sector de la distribución de alimentación.

Cecilio y Antonio Molina nunca comprendieron el trabajo sin esfuerzo. Desde muy jóvenes se abrieron camino con la única herramienta que conocían: la dedicación y el sacrificio. «Nadie nos daba nada fiado porque no nos conocían», recuerda Cecilio, el hermano menor, de aquellos inicios difíciles que pusieron los cimientos de lo que hoy es una empresa más que consolidada que ofrece una amplia gama de embutidos, quesos, jamones, conservas, salazones, harinas, bacalaos o vinos, entre otros muchos productos de alimentación.

El pequeño almacén de la Rambla Capuchinos fue, poco a poco, quedándose pequeño para los sueños de estos dos hermanos. Con los años, la empresa creció y se trasladó a su sede actual, en el Polígono de Alborán, en la calle Mar Adriático. Un cambio que marcó un nuevo capítulo en su historia y en donde se incorporaron nuevas manos al equipo. Así fue como Melania, la hija de Cecilio, llegaría a la empresa para quedarse: Pedidos, albaranes, tareas administrativas… Nada se le resiste a una mujer todoterreno que aportó la frescura necesaria para asegurar la continuidad de la esencia familiar en esta empresa.

Más de cuarenta años dedicados a ofrecer un servicio de distribución premium a la hostelería y pequeños comercios que se ha ganado el respeto a base de trabajo duro. Un servicio de preventa que se une, además, con el reparto que realizan en toda la Costa Tropical, desde La Herradura hasta La Rábita, pasando por Vélez y Órgiva.

Hoy, Hermanos Molina, puede considerarse más que una distribuidora de alimentación con años de experiencia en el sector. Ellos son, en esencia, un emblema de lo que significa trabajar con dedicación, honestidad y perseverancia. Así es como quieren que se les recuerde: «El verdadero éxito para nosotros es la huella que dejamos en los clientes que confían en nosotros a lo largo de todos estos años», acaban diciendo emocionados.